El actual castillo de San Lorenzo el Real de Chagres, en Panamá, fue construido cuatro veces. Esta versión de esta histórica fortaleza –declarada patrimonio de la humanidad en 1980– fue edificada alrededor de 1768 en la desembocadura del río Chagres; de las dos primeras fases constructivas no quedan rastros, y detrás de los restos de la tercera, construida en 1672 luego del ataque del pirata Henry Morgan, están actualmente investigadores de instituciones panameñas y colombianas que, con excavaciones arqueológicas y exploraciones no invasivas del terreno, esperan reconstruir la historia de esta infraestructura que jugó un importante papel para la corona española en la época colonial.

El proyecto, liderado por el arqueólogo Tomás Mendizábal, investigador del Centro de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Culturales de Panamá, inició su fase de campo el pasado 10 de enero. Es el primer proyecto de investigación arqueológico de gran envergadura que se realiza en esta fortaleza militar, y de acuerdo con el profesor de la Universidad del Norte, Juan Guillermo Martín, ya empieza a dar sus primeros resultados.

Hemos adelantado un estudio de geofísica que nos permite identificar rasgos arquitectónicos enterrados sin necesidad de hacer excavaciones”, explica. Una tarea que lideró en diciembre el profesor de la Universidad Tecnológica de Panamá, Alexis Mojica y les ha permitido ubicar un conjunto de anomalías o “cosas extrañas” que les podría indicar a los expertos dónde ubicar rasgos arqueológicos de la desaparecida estructura.

“A partir de enero comenzamos a excavar, y siguiendo los resultados de la geofísica logramos identificar esa estructura militar que se construye hacia 1673, luego del ataque de Morgan, y se destruye con el de (Edward) Vernon en 1740. Tenemos ya identificados los baluartes y el foso de esa estructura militar previa a la que finalmente podemos apreciar ahora, que se construye hacia mediados del siglo XVIII”, detalla el investigador colombiano, que coordinó durante 10 años el proyecto arqueológico ‘Panamá viejo’ y desde el 2000 ha adelantado constantemente estudios sobre este tema en el país centroamericano.

Además, han recuperado elementos como balas de cañón, pipas que utilizaban para fumar los militares que estaban apostados en este lugar y otros objetos de cerámica y de uso cotidiano, que pasarán a una fase de laboratorio entre marzo, abril, mayo, tras lo cual los investigadores empezarán a ofrecer los primeros resultados hacia el segundo semestre del 2023.

Entre los objetivos del proyecto –financiado por la Secretaría Nacional de Ciencias, Tecnología e Innovación de Panamá– también está incluido seguirle el rastro al poblado de Chagres, que sirvió de apoyo logístico al castillo mientras estuvo en operación y, de acuerdo con los investigadores, se ubicó para la misma época de la tercera versión del castillo, al este de la fortaleza, desde donde creció hasta que fue trasladado a la población de Nuevo Chagres en 1916, después de la construcción del canal de Panamá.

“Investigaciones previas demuestran la existencia de los restos de la tercera fortaleza y del pueblo, por lo que esperamos descubrir rasgos inmuebles relevantes en ambos, nueva documentación de archivo, delimitar su extensión para futuras investigaciones, caracterizar su cultura material y documentar la historia oral de los chagreños”, explica el equipo de investigadores, del que hacen parte Jean-Sébastien Pourcelot, del Museo del Canal Interoceánico de Panamá; Guillermina de Gracia, del Centro Regional Universitario de Coclé de la Universidad de Panamá; Linneth Suira, doctoranda en historia por la Universidad de Sevilla, y Ashley Sharpe, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

Para el profesor Martín, la investigación aporta a la reconstrucción de un pasado común entre Colombia y Panamá, el cual tiene una profundidad temporal de varios miles de años. “Un sitio colonial como el castillo de San Lorenzo hace parte del antiguo sistema defensivo de la corona española del Caribe, que tiene una relación directa con Cartagena de Indias, uno de los grandes puertos”, asegura. Además, en este lugar estuvo detenido Juan José Nieto, el primer presidente afrodescendiente de Colombia.